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De Vere y Herri Gardens

La chambre claire (Bruno Dewaele)

La chambre claire (Bruno Dewaele)

Hemos estado hace unos días invitados por nuestro amigo Bruno para la inauguración de su exposición de fotografía en las cercanías de Lille. Le conocíamos desde hace unos años cuando apareció por aquí con su cámara como uno de esos viajeros románticos -"romantique granitique" en su caso- para fotografiar las ruinas de las minas de plomo andaluzas, y el sentimiento de afinidad fluyó desde el principio.
Ahora ojeamos el magnífico catálogo de la exposición, y ya que no podemos compartirlo con vosotros, contaremos algunas de las cosas en las que nos ha hecho pensar.

Para nosotros ha sido como una llave que nos ha ido abriendo puertas la fotografía en que un hombre sostiene lo que pensamos que es la foto de su madre y que ilustra la paradoja insoportable de los ojos que miran sin ver, nos trajo a la cabeza “La chambre claire” , ya sabréis que es el título del último libro de Roland Barthes, titulado en español "La cámara lúcida", lo escribió después de la muerte de su madre, es un ensayo alrededor del hallazgo una fotografía de su madre de niña en un invernadero "jardin d'hiver" de techos de cristal: "Observé la niña y reencontré por fin a la madre. La claridad de su rostro, la ingenua posición de sus manos, el sitio que había tomado dócilmente, sin mostrarse ni esconderse, y por último su expresión, que la diferenciaba como el Bien del Mal de la niña histérica, de la muñeca melindrosa que juega a papás y mamás, todo esto conformaba la imagen de la inocencia soberana (si se quiere tomar esta palabra según su etimología, que es "no sé hacer daño"), todo esto había convertido la pose fotográfica en aquella paradoja insostenible que ella había sostenido: la afirmación de una dulzura". Esta mirada de Barthes hacia lo que no puede mostrar, ese afán de testificar la arqueología de una pasión, de contar lo que no se puede decir, nos parece el hilo conductor de su exposición porque Bruno hace del paisaje minero, degradado, de una aspereza industrial y desolada su peculiar jardin d’hiver, devuelve a nuestra mirada amorosa lo que vemos desaparecer.

Esperemos que la exposición venga algún día a España y la tengamos más a nuestro alcance.

Gracias Bruno

4 comentarios

Vere -

Es una pena que no podais ver más imágenes, yo creo que os gustarían, espero que cuelgue alguna.

Charles de Batz -

Definís perfectamente esa entrada a nuevos conocimiento con si de una llave se tratara. Una que, en este caso, nos abre camino a "La chambre claire", donde seguramente nos encontramos con aquello que nuestros recuerdos quizá no llegan a alcanzar.

Salud

anarkasis -

no se, por que como no veo nada más, que a través de la ventana de vuestras palabras escritas....
en fin, sembrado está el jardín de invierno, falta que florezca

enrique -

Málaga se encuentra en estos días "empapelada" con los grandes carteles que anuncian la exposición de fotografía del Museo Picasso.Los carteles, situados en las marquesinas de las paradas de autobuses y de los quioscos de prensa, muestran una fotografía de un hombre calvo haciéndose una foto a sí mismo con una cámara antigua que pudiera ser una Leica. Esta cara que parece mirarnos para fotografiarnos, de un tamaño feroz (2m.x1m) me recordó a nuestro amigo Bruno, el que ahora expone en La Piscine de Roubaix. Como dice él, su oficio-como el del pescador- consiste en echar el anzuelo miles de veces para al final conseguir una buena imagen.Si de todas sus imágenes tuviera que resaltar una, elegiría la de las cenizas. Una foto que nos recuerda un paisaje lunar y que sólo es una hoja quemada, antes de que el soplo del aire la convierte, definitivamente en polvo.