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De Vere y Herri Gardens

Cárdeno

   Empezamos el año recuperándonos de los pasados excesos gastronómicos y pelando resfriados, así que nos veis consultando prospectos de medicamentos y entre ellos nos llama la atención una palabra: carminativo, -la primera referencia que nos viene a la cabeza es carmina –como los carmina burana , cantos medievales y efectivamente vemos que carmen en latín es canto, música, poema; otra posible etimología que nos seducía era carmen, por las quintas granadinas, en nuestro recuerdo siempre perfumadas de jazmines- viene del árabe karm –viña o jardín vallado-. Pero, por desgracia, todas las fuentes consultadas coinciden en que proviene del latín carminare –cardar- aunque seguimos sin encontrar una relación clara entre el acto de cardar y la función de ayudar a expulsar gases intestinales que se espera de los fármacos carminativos.

   De cardar nos fuimos a los cardos, porque la cabra tira al monte, y vimos que se ha utilizado una especie denominada cardencha -Dipsacus fullonum para la labor de los pelaires.

   Otra especie a recordar recién terminadas las navidades es el cardo mariano –Sylibum marianum,  muy usado como remedio, su nombre proviene de una leyenda medieval: queriendo la Virgen María esconder a su hijo Jesús de los soldados de Herodes, lo ocultó bajo las hojas de un cardo. Sin embargo, en su precipitada huida dejó algunas gotas de leche sobre sus hojas, dando lugar a su jaspeado.

   Las espinas de los cardos están en relación con su simbología, por ejemplo, un cardo es el emblema de Escocia y antes de la casa Estuardo con el motto: “nemo me impune lacessit” –nadie me hiere impunemente-.

   Hay un autorretrato de Durero que está en el Louvre en el que se representa con un cardo –un cardo corredor- en la mano, que según una interpretación iniciada por Goethe, simbolizar la fidelidad – en alemán se le llama “mannstreu” –“fidelidad de hombre”, además es azul, que es el color de la fidelidad.

   Por último, el cardo está asociado con la pasión y sufrimiento de Cristo, símbolo que se ha trasladado al jilguero –cardelina- conocido por su afición a estas plantas, así en el cuadro de Rafael conocido como La virgen del jilguero, -no del ruiseñor como dice nuestra amiga Vailima,  recientemente restaurado-, un Sanjuanito le ofrece al Niño Jesús este pájaro.

   Para terminar algo que hemos aprendido: creíamos que las dos acepciones de “cardenal”, moratón y prelado estarían relacionados con el color cárdeno –el del cardo- pero sólo es cierto en la primera, en la segunda, el origen es la palabra latina cardo “eje, quicio, gozne” –como en la célebre frase de Tertuliano referida a María “caro cardo salutis”, traducida como  -“carne eje de salvación”.

3 comentarios

Vere -

El Buscón es otra cosa que compartimos Charles, que divertida es esa escena en la que le dice a su madre que se ha pegado con unos compañeros en la escuela porque le han dicho hijoputa y ella le responde: has hecho bien hijo, que hay cosas que, aunque sean ciertas, no se deben decir.
Sobre todo Anarkasis la segunda, si ahora regalas un cardo a la novia, te sueltan una hostia.

anarkasis -

Vale, me dajais las fáciles, en forma despectiva para las exageradamente feas, "cardo borriquero", hasta que se operan, luego lo mismo pero con dos..buenas razones.
"un cardo" para designar el caracter áspero, también, menos conocido,
dicen para los/as solitarias que no practican la plática humana y la amistad, o guardan un luto exageradamente largo, que: "siembran cardos"

Charles de Batz -

Y no olvidemos, hablando de cardenales, aquello de

"Por estas y otras niñerías estuvo preso, aunque, según a mí me han dicho después, salíó de la cárcel con tanta honra que le acompañaron docientos cardenales, sino que a ninguno llamaban eminencia."

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