Blogia
De Vere y Herri Gardens

Seguimos en nuestra isla, poco a poco vemos que no es tan terrible ni hostil, por el momento no vemos caníbales ni hombres en general. Nos vamos haciendo a esta vida y, sin darnos cuenta, poco a poco los recuerdos de la vida anterior se van haciendo menos vivos y producen menos dolor. Con los restos de nuestro antaño airoso navío, hacemos una pequeña chalupa con la que recorrer la costa y recoger los restos del contenido de la bodega del barco que yacen sobre la arena de los bajíos y de los que apenas se distinguen títulos, tenemos miedo que los arrastren las corrientes del olvido  .
 Vemos lo bueno de la idea del cuaderno de bitácora -aunque sea después del naufragio- para preservar lo que nos queda.
  Hasta ahora nunca habíamos tenido que depender sólo de nosotros mismos y es una experiencia completamente nueva; cada gesto adquiere un nuevo significado, cada resto un nuevo uso; lo que antes, en la rutina de la travesía  se  había hecho invisible,  ahora brilla con la luz del infortunio.
  Pero también tenemos nuestros númenes protectores y, el primero de ellos, como ya está claro por la forma de plagiarlo, es nuestro querido R.L. Stevenson del que hemos encontrado una referencia enternecedora en una de las cajas recuperadas. Se trata de  relato que hace su hijastro sobre su funeral, cuando se reúnen gentes y notables de la isla: "conforme entraron, le besaron la mano uno por uno. Anoté las palabras de uno de ellos que se postró de hinojos al lado de Louis. Era un hombre viejo y consumido, y el llanto le impedía hablar.  "Sólo soy un negro pobre e ignorante. Otros son ricos y pueden despedir a Tusitala con grandes regalos. Yo soy pobre y no puedo dar nada a Tusitala este último día que recibe a sus amigos. Pero no tengo miedo de venir a mirar por última vez la cara de mi amigo. Estuvimos en la cárcel y él nos atendió. El día era menos largo que su bondad. Todos los que estais aquí sois gente importante y llena de amor. ¿Pero quien es tan grande como Tusitala? ¿Quién es aquí más tierno y compasivo? ¿Que es vuestro amor junto al suyo? Oh Tusitala, hoy es la última vez que veo tu cara”.

3 comentarios

Vere -

En una encantadora carta a Henry james desde Vailima, Stevenson escribe: \"no deje de visitarnos. Haga un alarmante sacrificio y déjenos ver el sillon \"Henry James\" ocupado como es debido. Yo nunca me siento en él (aunque era de mi abuelo);ha sido consagrado a los invitados con la aprobación de usted y ahora está junto a mí, boquiabierto\" Ahora tenemos nuestro sillón Charles y Ladydark en la mejor posición frente al crepúsculo de la veranda de esta nuestra humilde choza. Espero que estén ocupados con frecuencia. Un abrazo.

ladydark -

Ójala sigan apareciendo restos en esas playas tan prometedores de próximas aventuras literarias como el que me habeis descubierto hoy. Gracias por alimentar mi curiosidad con nuevos relatos.

Charles de Batz -

Bonito post, si señor, así que si tenéis algún sitio en cubierta para mi sillón, donde pueda gozar del ocaso, y que esté orientado a barlovento para sentir el aire templado de los mares del sur, vendré a visitaros a menudo con una botella del mejor Bass Armagnac que hayan podido degustar las secas gargantas de unos naúfragos.

Salud y Fraternidad