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De Vere y Herri Gardens

Los salvajes isleños

Le_Bal_des_Ardents


     Ha pasado otro año sobre H y V sin haber tenido noticias de ellos, la curiosidad nos hace volver a la isla. Podemos imaginar que nos acercamos hacia ellos desde el aire, divisamos el claro en el bosque donde tenian instalada su cabaña, la hierba parece haber crecido y todo tiene un aspecto más abandonado. Por un momento nos preocupamos, eran tan mayores, tan frágiles que tal vez no hayan podido soportar un año de interperie.

     Nos acercamos un poco más, algo se mueve, puede que una cabra, entre los arbustos. Ahora si, parece una persona, pero está toda cubierta de pelo entrecano, puede ser un viejo gorila, un “espalda plateada”, pero no sabíamos que hubiera gorilas en la isla, además es mucho menos corpulento, tiene largos mechones blancos en la cabeza y la barba. Se mueve con cierta dificultad y lleva una especie de bastón o mejor, garrote.

     Al vernos, grita y nos amenaza con al garrote mientras gruñe ferozmente.
     Es la viva imagen de Orlando Furioso:

Quasi ascosi avea gli occhi ne la testa,
la faccia macra, e come un osso asciutta,
la chioma rabuffata, orrida e mesta,
la barba folta, spaventosa e brutta.


     Parece que el ruido ha despertado a otro ser, que sale de la cabaña con aspecto aturdido y somnoliento, también el  pelo  le cubre  todo  el cuerpo salvo en la cabeza que luce una atezada calva. Apenas unos jirones  de trapos le cuelgan de las caderas, al vernos parece enloquecer y sin más ni más da dos zapatetas al aire y dos tumbas cabeza abajo y los pies en alto, descubriendo cosas que, por no verlas otra vez, nos hacen volver la cabeza entre divertidos y avergonzados.


     Era irremediable, tantos años de contacto con las bestias, de vida  selvática, los  ha sumido en el salvajismo, puede ser que hayan recorrido el camino inverso al de Kaspar Hauser o al niño salvaje de l’Aveiron.
Cuando se calman, no parecen tan fieros, e inquietos todavía, empiezan a parlotear entre ellos,  aunque su lenguaje gutural  más parece


But a soft Murmur, and confused Sound



     Poco a poco de la extraña jerga en que se comunican, vamos entresacando frases más o menos hilvanadas en las que se adivina algún sentido, con alivio, nos miramos y pensamos que aún hay esperanzas de recuperación.

     A prudente distancia, los seguimos observando mientras vuelven a sus rutinas isleñas, V recoge agua del arroyo, H se acerca al cercado y ordeña una cabra que le topa dulcemente mientras tanto. Cae la tarde y encienden unas teas; el curioso espectáculo de los seres peludos iluminados por el claroscuro rojizo de las antorchas en la negra noche tropical tiene algo de teatral y nos recuerda vivamente el trágico episodio que ocurrió en la corte de Carlos VI de Francia, el tristemente famoso “Bal des Ardents”:Celebraban un charivari cortesanos encadenados y vestidos de salvajes entre los que estaban el hijo de Gastón Febus y el propio rey. El disfraz consistía en pelos que cubrían todo el cuerpo y que estaban pegados con brea. Afortunadamente, ellos no arden. Preparan su cena ajenos a nosotros, como buenos y hacendosos salvajes y, pronto, un dulce olor nos llega desde su fogón.

     Nosotros también nos relajamos, ya casi repuestos de nuestro asombro e intentamos encajar lo que estamos viendo.  Habíamos leido sobre el mito del hombre salvaje, el envés feral del hombre civilizado que recorre la historia occidental; pero ellos están aquí frente a nosotros y no son mitos sino pobres náufragos.

30 comentarios

Jardiniere de Paris -

En efecto, Vere, es una planta admirable. Hay otra, formidable también. Cuando lleguemos a hacer la excursión que propones, tengamos cuidado, especialmente tú, Sancho, con tu mula. La raíz de Windhoek, o harpagophytum o garra del diablo se agarra de los cascos de las caballerías haciéndoles caer con sus jinetes. Es una planta medicinal muy útil para artritis, artrosis, y demás trastornos articulatorios…

Vere -

Muchas gracias gracias Jardiniere por las imágenes sobre la tribu Himba, no los conocía. Espero que podamos organizar una excursión a la costa de los Esqueletos
¿Conoces la Welwitschia mirabilis?

Jardiniere de Paris -

¿Hola, amigos. Habéis descansado? Quisiera que me acompañéis en otro viaje. Esta vez también, las golondrinas de Salamandra serán muy útiles arrastrando nuestra nave. Vamos muy lejos a las costas de Africa, y penetramos al interior, hasta el desierto de Namib. Vamos a un campamento, con mujeres Himba. ¡ Veréis cómo son bellas!. Nunca se lavan con agua, sino que se unten el cuerpo con grasa animal y ungüentos rojos, perfumados que protegen de los insectos y parásitos. Lo mismo hacen a los niños. Sólo los hombres adultos se lavan con agua, porque no tendrían la paciencia de untarse así el cuerpo. Las mujeres tienes hermosas joyas, a las que mezclan a menudo pedazos de carne seca.

Luego, comeremos con ellos carne de orix, especie de gacela, secada al sol.

Os cuelgo dos enlaces, uno en francés y otro en español, pero creo que hallaràn mejor…

http://www.volcan-actif.com/namibie_himba.htm


http://www.youtube.com/watch?v=MDSbc98p-hs

Jardiniere de Paris -

Ohé du bateau ¡ ¡ Hola amigos ¡
Hoy llegaron a nuestra isla dos amables visitantes. Alfred Métraux de Suiza, y un navegante del siglo XVI, el Capitán Paulmier de Gonneville. Ese último nos confirmó que los salvajes viven en una sociedad « sin rey ni maestros ». Los dos estiman que el canibalismo no es reflejo de crueldad sino que al contrario, el intento es incorporarse las cualidades de los otros hombres. Cuando han hecho prisioneros, comen de inmediato a los hombres maduros, pero los más jóvenes pueden vivir con ellos numerosos años. En un película que hizo Alfred Métraux, el protagonista, un europeo vivió con ellos y se casó con una indígena. Fue feliz con ella, hasta tal punto que renunció a una posibilidad de huir, para no abandonarla. Finalmente, fue comido en un gran festín familiar, y ella le comió con amor.

En otro contexto, cuando un hombre fallece, su familia le psalmodia « no temes, te comeremos », evitándole ser comido por las bestias de la selva. Es un alivio para él.

(Ref : L’anthropophagie des Tupi-Guarani:
du sujet bon à penser à l’objet bon à manger
Ouriel PEREZ et Eric NAVET
Institut d’Ethnologie,
Université Marc Bloch de Strasbourg (France) 2002-2003


Recientemente, una inquietante noticia. En los E.U. una droga llamada
Séptimo cielo se ha difundido, que induce pulsiones caníbales. No creo que las motivaciones sean tan humanistas. Se ha manifestado esto entre SDF (Sin Domicilio Fijo) y esto me ha hecho pensar en esos nuevos salvajes urbanos de Nueva York, los hombres topos que viven en los subterráneos, desde a veces numerosos años. Su mentalidad ha obviamente sido modificada y su instinto de supervivencia se ha vuelto primitivo.

Jardiniere de Paris -

¡ Qué novedad ! Llegó anoche, muy alborotada une señora que gritaba que era la reina de esta isla y tratamos de explicarle con toda la paciencia de la que éramos capaces que no había ni rey ni reina en nuestra isla y que éramos todos iguales, como los caballeros de la mesa redonda. Para convencerla, Vere se presentó con el nombre de Arturo, y Herri con el nombre de Lancelot !

Cuando por fin se calmó con las magdalenas empapadas en Armagnac que le damos, entendimos que ella era Teresa, la mujer de Sancho Panza, y que había recibido una carta de su marido invitándola a venir a encontrarle. Miramos un mapa que habíamos encontrado en la nave de los piratas y Teresa nos confirmó que la isla Barataria era la que ella buscaba. Después de concertarnos, decidimos acompañarla, y he aquí todos en los botes, remando que remando, porque todavía no había viento. Después de algunas horas de esfuerzos, llegamos a una isla rocosa. De noche, era alumbrada con candiles, como imagino haber sido la Granada del rey Boabdil. Sancho, muy sorprendido nos acogió con gusto y hospitalidad en una mesa que se parecía a la de Gastón Febo. Los esposos se regocijaron de estar reunidos.

El viaje de regreso fue todavía peor porque esta vez el viento soplaba en sentido contrario… Felizmente las golondrinas se sirvieron ayudarnos…

Estamos muy cansados, y no queda más que dormir…

Charles de Batz -

Lo de un vacuno entero será para cada uno ¿no? que el venir remando, a falta de viento, ha dejado peligrosamente hambrientos a sus huéspedes. ;)

Salud

Herri -

No me apures Vere, que me estoy depilando antes de pasarme por el colmado de la fonda “Almirante Benbow” tratando de encontrar vino de Sauternes, Armagnac y un vacuno entero, que todos estos señores no merecen menos. Montaigne trae más vino y Proust el postre; como dice anarkasis mojaremos las magdalenas en el Armagnac. Y de música atenderemos peticiones.

Jardiniere de Paris -

¡ Muchas gracias a los dos, Vere y Herri por vuestra acogida, y miles de disculpas por la molestia que os causamos !

Con mucho gusto, Charles, acogeremos a Marcel Proust en el grupo, aunque no sea salvaje, sino un hombre muy bien educado de principios del siglo XX. Nos ayudará en nuestra propia búsqueda del tiempo perdido. Ojalá le acompañe su amigo Reynaldo Hahn, con quien cantaremos « l’heure exquise ». Será otro sarao estupendo …

¡ Vengan, no más !

Vere -

Herriiiii, que han venido invitados y que quieren comer con los señores salvajes!
Y lo quieren todo tierno y en su punto!
Y que comieron con un tal Júpiter y el vino era del mejor y no se acababa nunca!
Y había música en vivo!
Prepara la cabra y el loro y déjate de rezongar que son señores muy finos y de muchas campanillas, herrriiiii

Charles de Batz -

Si van a poner carne los señores isleños, reservenme un buen chuletón, de esos sangrantes y que se deshacen como la mantequilla en la boca. Yo pongo los vinos y el Armagnac, pero ¿quién pone las magdalenas? ¿Proust?

Salud

Jardiniere de Paris -

Prosigue el tiempo.

¿ Qué vamos a comer ahora en la isla ? un tratado ayurvédico de la India me dicta el menú :

Según la norma, el hombre puede comer
la carne de los comedores de carne.
cuando su manas está perfectamente puro,
su carne engordece gracias a la carne que come … »

Los comedores de carne son tigres, chacales, buitres, etc. y ¿ cómo no hombres ? aunque el autor no lo diga.

(ex. Francis Zimmermann, Le jungle et le fumet des viandes, y el autor indio antiguo Sushruta)

Jardiniere de Paris -

Necesitamos una de esas cráteras que se llenan espontáneamente con excelente vino.
Como Filemón y Baucis, invitemos pues a nuestra modesta cabaña isleña a Júpiter y a su hijo, el amable Mercurio…

Jardiniere de Paris -

:-((( Lo siento, hay dos errata en el precedente mensaje :

Léase por favor : lo que no era comun, y he pensado !!!

Jardiniere de Paris -

¡ Hola Eroticón !

En los « Ensayos » de Montaigne (ensayos logrados a mi parecer) los Indios están presentados en su barbarie « más humanos que los europeos ». Lo que nos era comun en aquella época (ni tampoco en la nuestra).

He aquí un enlace.

http://www.bacdefrancais.net/canni.html

Mientrás tanto ha pensado en otro invitado a la mesa isleña.

Francisco José de Goya y Lucientes, que representó a un salvaje desnudo y emplumado en su « Casa de Locos » asylum o manicomio.

Disculpa a mis propios « barbarismos » al escribir en Español, pobre compatriota de Montaigne que soy.

¡ Que pases bien, y hasta luego !

Eroticón -

A ver, ¿Que dificultad tuvo Montaigne en reconocer a verdaderos hombres? me da que eso no fue meritorio, a no ser que estuviera ciego de vino Sauternes en una orgía salvaje con la chacona sonando toda la noche de fondo, quizás de allí vino el término "orgía salvaje"

Jardiniere de Paris -

Muy bonito lo que evocas, Charles.

Viene muy a punto en la isla el Honorable Michel de Montaigne, quien supo reconocer que los salvajes que llegaron a Burdeos en una nave procedente del Nuevo Mundo eran verdadereos hombres…

¡ Brindemos con él !

Charles de Batz -

Con respecto al vino, puede ser también uno dulce y blanco, extraído de las vides que crecen a la sombra de la torre de Michel Eyquem de Montaigne: una delicia de la que he disfrutado el pasado fin de semana a otra sombra, a la del exconvento -ahora iglesia- de Santa María en Santa Cruz de la Serós, arrullado, hasta casi quedar dormido, por el acuoso sonido de los cantos que ruedan por el lecho del rio Estarron.

Me gustó y lo acompañé de un brindis a aquellas montañas en nombre de mis viejos compagnons.

!Cómo no, siendo tierra de paso de grandes labradores de la piedra!

Salud

Jardiniere de Paris -

Veo que en un post anterior he hecho un error imperdonable. ¡ Se trataba de vino blanco de Rueda ! Perdonadme por favor, y disfrutad…

Jardiniere de Paris -

¡ Eso sí que sí que están todos invitados ! ¡ Ahora, hay saraos o Fest Noz cada noche !

Vere -

Estoy seguro de que los pobres salvajes estarían encantados con tu visita y bailaríais la chacona de la vida bona y que todo terminaría con un buen sarao al que espero que estuvieramos invitados todos los compañeros.

Jardiniere de Paris -

Cada vez vuelvo a leer la descripcion de los dos salvajes, cada vez me gusta mas …

Jardiniere de Paris -

Náufragos, islas, tesoros, reyes…

Mientrás Victor Hugo se interroga : « Où sont-ils ? Sont-ils rois dans quelque île ? Nous ont-ils délaissés pour un bord plus fertile ? » « ¿ Donde estarán ? ¿ Nos habrán abandonado para tierras más fértiles ? » nosotros, prosigamos con nuestras visiones y andanzas por Sierra Morena, y tengo confianza que pronto Sancho Panza sera rey en una isla…

Jardiniere de Paris -

¡ Hola, todos ! Disfruto mucho estar en su compañía en estas islas. Hola Charles, Hola Herri, Hola Vere, Hola Sr Salamandra, Hola Anarkasis… y los demás que están en botes y arribarán pronto.

Me alegra, Sr Salamandra, que las golondrinas hayan vuelto a su morada, aunque le dé un trabajo excepcional. Me gustan mucho las golondrinas especialmente desde que arrastraron la nave del Dr Dolittle fuera del alcance de los piratas.

Me acuerdo del roque, aparentemente desierto en el que el chiquillo irlandés halla finalmente a su tío, invisible de los águilas, gracias al olfateo del perro Jip… Desde hace días, se nutre de tabaco (Black Rappee). Ahora, con las medidas anti tabaco, uno no podría escribir ésto…

Allí se encuentra a animales muy buenos e intelligentes, a piratas muy bestias, y no hablo para que no me crean racista de los reyes terroríficos de Africa ! (en su tiempo Hugh Lofting tuvo que ser censurado/edulcorado por éso)…

No temáis a los salvajes, y como lo sugiere Anarkasis, merendemos con ellos. Yo sugiero castañas tostadas en las brasas, con vino blanco de Ronda que encontramos en la nave de los piratas, y de música, la Chacona de Juan Arañes, y ¿cómo no ? tarantas…

La hermanita de Viernes

http://www.youtube.com/watch?v=bkkBUaASKY4

Vere -

Qué alegría me da encontraros a todos de nuevo, es realmente una sorpresa después de tanto tiempo.
Falta la música, espero convencer a alguien de poner alguna no muy salvaje.

Anarkasis -

navegantes, ya un año, islas, balizas, hombres desnudos, Orlando furioso, no me estraña...


-¡A ver!, sacarles de comer y beber a estos náufragos y ponerles música, que tienen que tener mucho que contar.

Herri -

Amigo Charles, yo veo aparecer ahora otra columna de humo y antes de acercarme hacia ella, voy a adecentarme un poco estas greñas, que hay casas a las que se ha de entrar con respeto y aseado.

Un placer volver a verte en la isla.

Jardinera Parisina, me abruma con su conicimiento sobre los salvajes; nosotros somos más locos que los locos y mucho menos sabios que los sabios.

Bien à vous.

No me extraña, amigo Salamandra, que te hayas asustado, cqasi ha sido inesperado incluso para nosostros.
Muchas gracias por balizar esta perdida isla; nosotros seguiremos disfrutando tus días de >Venus.








Salamandra -

Casi me muero del susto cuando he visto la entrada en el Reader. Dejar una baliza en la isla no costó ningún trabajo y resultó muy rentable.

Bienvenidos a la civilización.

Jardiniere de Paris -

Contenta de atracar con vosotros a esas islas. El salvaje es polimorfo. Además del que llevamos dentro, los de la Antigüedad, faunos y satiros, los que Don Quixote encontró en su Sierra Morena, los de la Mesa Redonda, los que Chateaubriand conoció en su Bretaña natal… Los que son más sabios que los sabios, los que ni siquiera son animales, los que son más locos que los locos…

Me alegro también que todos no hayan desaparecido en el Baile de los Ardientes… porque los necesitamos.

También la causa de este regreso al salvajismo es varia. El amor, a menudo, también la búsquedad de la realización. En el Monte Athos, a principios del siglo XX°, seguían viviendo hombres desnudos, que comían hierba, y huían de los hombres « civilizados »…

Las mujeres no se encuentran totalmente excluidas, y hay tebaidas para ellas. Sigamos por esos caminos, que no están tan alejados de los caminos del deseo.

Vere -

Es realmente un placer escuchar de nuevo el chapotear de remos amigos que se acercan para un rato de charla.
Buscando cosas sobre Gaston Febus, encontramos la historia del Bal des Ardents que no conocíamos, a partir de ahí la curiosa historia del salvaje medieval.
Un abrazo Charles

Charles de Batz -

Saben mis dos apreciados isleños la gratisima sorpresa que se ha llevado el que esto escribe cuando, vagando por su antigua bitácora mientras intentaba dar forma a su próxima anotación, descubre en el horizonte una columna de humo que asciende limpia y segura hasta las entrañas de los cielos.

¿Será un fuego ocasional, alumbrado para desorientar a alguna incauta nao y raquear sus restos?

De lo que no cabe duda es de que durante su silencio, a los isleños no les ha faltado lo que leer, y tras sus referencias al "Principe de los poetas" y al Orlando Furioso, se adivina un canto Roussoniano al buen salvaje,peludo, y carente casi de apegos.

Yo me relajaré también a mi vez conociendo la historia del "Bal des ardents" que desconocía. Después, volveré a extender mi catalejo a la espera de volver a encontrar algún fuego, sea dentro de uno o diez mil días.

Salud