Al despertar esta mañana la mirada de la niña perduraba en mi mente, evidentemente la conversación de ayer noche tuvo eco en mis sueños; habíamos estado hablando de Miles y Flora, siempre nos han gustado más las historias en las que la ambigüedad de lo real te arrastran a las profundidades de un abismo donde se avecindan las raíces del horror, y nadie como Henry James supo transmitir estas sensaciones, pero no era la mirada de Flora la que estaba clavada en mí sino el límpido brillo de la de Maisie la que me escrutaba en la fresca mañana isleña. Nadie como ella para poner de manifiesto el pequeño horror, la capacidad para los pequeños envilecimientos de la vida de cada día.
En “Lo que Maisie sabía” nada se desmelena, no hay gestos grandilocuentes pero no es menos eficaz transmitiendo la soterrada inquietud de nuestra existencia. Dice James: "Ningún tema resulta más humano que aquéllos que nos ofrecen un reflejo -extraído de la confusión de la vida- de la íntima relación de lo dichoso y lo siniestro, las cosas que exaltan ylas cosas que hieren, sosteniendo así perpetuamente ante nuestra mirada esa dura medalla brillante, fabricada de una aleación tan extraña, una de cuyas caras está constituida por la alegría y el consuelo de alguien y la otra por el dolor y la humillación de alguien".
Con su sola presencia Maisie, pone de manifiesto la abyección del mundo que la rodea y que con la genial intuición de dotarla de las capacidades expresivas de un adulto, nos lo hace sentir como propio.
Maisie, es además una presencia que confiere sentido, nitidez y sustancia a los personajes que la rodean, algo así como un catalizador que dispara todas sus potencialidades; pero no sólo eso, tiene la función de ser lo que James llama "el centro irónico", véase:
"Sus rasgos se habían vuelto extrañamente populares: los pellizcaban sin parar los caballeros que acudían a visitar a su padre, que siempre estaban fumando cigarrillos cuyo humo le daba de lleno a ella en la cara. Algunos de dichos caballeros la hacían prender cerillas y encenderles los cigarros; otros, sentándola sobre unas rodillas que subían y bajaban inesperadamente, la apretujaban las pantorrillas hasta que ella gritase -su forma de gritar era muy admirada- y se las criticaban comparándolas con palillos de dientes. Esta comparación se le quedó grabada y contribuyó a que desde este momento le pareciese que ella andaba escasa de algo que satisfaría las expectativas generales. Al final descubrió de qué se trataba: se trataba de la ingénita tendencia a la segregación de una sustancia a la que Modle, su niñera, asignaba un nombre breve y antipático*, un nombre penosamente asociado, a la hora de la comida, con esa parte de los filetes que a ella le desagradaba."
*fat
Nos da la impresión de que la prosa de James es como un capullo de hilos de seda tejidos en torno a algo que no se dice, pero sabemos con íntima desazón, que el gusano al que nunca se alude, está dentro.
Plácidamente recostados sobre la roca coralina, nos dedicamos a repescar entre las ruinas sumergidas de lecturas del pasado; y entre los magros y semiputrefactos restos que engancha el anzuelo, de lo que recordábamos como festines, apenas quedan argumentos de novelas sobre la infancia y la adolescencia: Lolita, El ancho mar de los Sargazos de Jean Rhys o Alicia. Lolita o la sexualidad explícita y tristemente truncada, Alicia o la belleza de la inteligencia y de la pura invención, Antoinette (Ancho mar de los Sargazos) o la historia que lleva a la locura y, en el caso de Maisie lo que yo creo que suscribiríamos todos los que estamos aquí: que la capacidad de observar y de imaginar es lo que ha protegido y asegurado nuestra identidad.
Ahora estamos en una gloriosa mañana, pero sabemos que la noche caerá de nuevo y que los peligros no son sólo los caníbales o los barcos enemigos....
15 comentarios
Mariano Ibeas -
Mariano Ibeas
Vere -
Ching Shih -
Charles de Batz -
Si lo pensamos bien, puede dar juego a nuestra imaginación buscar el porqué de dicha \"sinonimia\".
Vere -
migratoria -
¡Suerte en la aventura!
«Otra vuelta de tuerca», desasosiego... Tengo que releerlo.
Excelente la concurrencia. Humilde la golondrina.
Batir de alas.
ladydark -
P.D. Herri entre los dos casi ponemos el Himno I entero, ;).
Herri -
Pero ya ha amanecido y me vienen otras palabras de Novalis:
¿Qué ser vivo, dotado de sentidos, no ama por encima de todas las maravillas del espacio circundante, a la luz jubilosa - con sus colores, sus rayos y sus ondas, dulce omnipresencia al despuntar el alba? Como alma íntima y vital la respira el mundo gigantesco de los astros que flotan, en incesante danza, por su fluido azul - la respira la piedra centelleante y en eterno reposo,la respira la planta, meditativa, que sorbe la savia de la tierra, y el salvaje animal, ardiente y multiforme - pero antes que todos ellos, la respira el egregio extranjero, de ojos pensativos y labios suavemente cerrados y llenos de sonidos.
ladydark -
\"Gloria a la Reina del mundo,
a la gran anunciadora de Universos sagrados,
a la tuteladora del Amor dichoso
ella te envía hacia mí, tierna amada, dulce y amable Sol de la Noche
ahora permanezco despierto
porque soy Tuyo y soy Mío
tú me has anunciado la Noche: ella es ahora mi vida
tú me has hecho hombre
que el ardor del espíritu devore mi cuerpo,
que, convertido en aire, me una y me disuelva contigo íntimamente
y así va a ser eterna nuestra Noche de bodas.\"
Y termino que soy pesadisima, buena noche pasen los naúfragos y los peregrinos.
Herri -
Como bien dices Lolita tiene todo eso que apuntas.
La palabra que te viene a la mente con Maisie es perfecta, porcelana mórbida, pero de eso hablaremos más adelante.
Ladydark, me ha encantado tu apunte.
Charles de Batz -
Charles de Batz -
En Lolita, hay tristeza y, para mi, hay cierto existencialismo, sadismo y cierta burla general por parte del autor hacia todo lo que parece que debería ser el contenido de la obra.
Un saludo
Vere -
Charles de Batz -
Ladydark tienes toda la razón, quizá quede más claro en \"El señor de las moscas\": para mí es menos sutil en el sentido de que en H.James se emplea más la metáfora, es más directo y te enfrenta con el verdadero enemigo: nosotros mismos.
ladydark -
También me viene el recuerdo inquietante de El señor de las moscas de Golding, con sus dosis de crueldad y violencia, desde la infancia. ¿Dónde esta el enemigo? Tal vez pervive dentro de nosotros mismos.