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De Vere y Herri Gardens

         Hoy ha sido un día como todos desde el naufragio: irritante, absorbente y en algún momento que apenas pasa, uno quisiera retener, excitante. Nos afanamos, porque nos va la vida en ello, en recoger los restos del barco encallado  y abierto como una granada sobre las aguas transparentes. Los viajes con la chalupa son fatigosos y luego, hay que zambullirse y acabamos magullados y con las heridas ardiendo del salitre y el sol. Las más de las veces el botín es escaso y, al volver a la playa, nos desesperamos. Creíamos llevar un barco bien provisto, con altos anaqueles repletos de apetecibles lomos y ahora, estamos desnudos y mostrando nuestra miseria. Al sacarlas al aire por la violencia del golpe, lo que pensábamos caudaloso, amplio y navegable, se ha adelgazado, convertido en una lámina de agua que a veces se pierde y, a veces, sólo es la caricatura de lo que fue. Y pensábamos que  Ducasse, Baudelaire, Poe, Nerval, habían sido los jefes de la  banda, los que nos habían enseñado el oficio, más que los rateros del sucio puerto de nuestra niñez sin padres, eran ellos los que habían salvado nuestra adolescencia y ahora son jirones quizás sin sentido.

        Pasamos el día con este trajín, si se quiere ridículo y al caer la tarde preparamos el vivac en la playa  ahora que no ha llegado  todavía la estación de las grandes lluvias. Pronto está encendida la hoguera que se despereza esbelta contra la extensa soledad de la noche.

         El resplandor de la alta llama nos recuerda a  otro marinero, Marlow que, a bordo de la “Nelly” una pequeña yola de crucero,  también narra a sus amigos una historia mientras esperan el cambio de marea en el estuario del Tamesis una tarde de mil ochocientos…y “más al Oeste, en el curso alto del río, el lugar de la monstruosa ciudad estaba aún señalado ominosamente en el cielo, una sombra amenazadora a la luz del sol, un lóbrego resplandor bajo las estrellas.”

         El comienzo del relato es: “-y esta también –dijo Marlow de repente-ha sido uno de los lugares oscuros de la tierra”.

         La primera vez que escuchamos el relato apenas éramos unos grumetes embarcados por piedad y la historia nos traía ecos de aventuras; pronto pasó a ser memoria perenne entre gran parte de los hombres que cruzan el mar; a cada escucha le íbamos incorporando nuevas sensaciones fruto de nuestra  experiencia y vivencias. ¡Qué dimensión no tomaría ahora, al recordarla en nuestra situación!

        Levantamos la cabeza. El mar estaba cubierto por una densa faja de nubes negras, y la tranquila corriente que llevaba a los últimos confines de la tierra fluía sombríamente bajo el cielo cubierto… Parecía conducir directamente al corazón de las inmensas tinieblas.

        Nuestras miradas se cruzan, y al desconsuelo sucede la avidez por el relato y Conrad es nuestro patrón por esta noche.

19 comentarios

Anónimo -

Ching Shih la reina de los piratas del mar de China, Creaturica, la de ojos verdes y bella sonrisa, Migratoria que se queda con nosotros , las recaladas siempre sutiles de amables de Vailima, Ladydark y Charles deBatz, hasta el fantasma de Werther se nos agrega. Que ocasión para matar un cerdo salvaje y asarlo entre piedras ardientes regado con ron.
Brindemos por el polaco genial

Ching Shih -

De nuevo he fondeado en esta isla y ante la extraña señal que avisto, nadie mejor que vuestro patrón para describirla: \"La maleza permanecía inmóvil; como una máscara pesada, como la puerta cerrada de una prisión. Nos miraba con un aire de conocimiento oculto, de paciente expectación, de inexpugnable silencio.\"
Es un placer visitar esta isla por vosotros creada y poder ser vuestro explorador; sobre todo si llego a mesa puesta a punto de realizar los brindis. ¡Por vosotros!.

Charles de Batz -

!Ya era hora de que en esta isla se hablara de comer, que uno lleva cientos de nudos sin probar bocado!. Quizá sea la hora de deshollar a alguno de los prisioneros... ;-)

En torno de una mesa de cantina,
en una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.

Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio.

El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se elevaba al cielo,
simbolizando al revolverse en nada,
la vida de los sueños.

Pero en todos los labios había risas,
inspiración en todos los cerebros,
y, repartidas en la mesa, copas
pletóricas de ron, whisky o ajenjo.

(El brindis del bohemio, G. Aguirre y Fierro)

ladydark -

Hállome poco serena
para a Vere responder
con muy buen tino.
Que no quiero cena
y si poderme esconder
en sus ojos de marino.

Vere -

Ladydark:

Si un sillón te ponían ayer
Y hoy te invitan con halagos de sirena
Yo digo que te pongo cama y mesa
Y en la mesa capones y perdices.

Vailima -

Ladydark, te vienes cuando quieras (hay avión directito a Fuenterrabía) que aquí te estaremos esperando. De paso nos adiestramos como amazonas al rescate y Tio Petros te muestra la belleza de las matemáticas como sólo él sabe. Lo de la adopción, como que lo dejamos en el aire ¿vale? que lo mismo luego Jafatron me trae el piano de cola a casa.

ladydark -

Vailima que ahora también somos amazonas¡¡ Voy a tener que abrir un blog sólo para daros las gracias a todos, por ser como sois. Creo que necesito un viaje al cantábrico y algunos mimos, lo mismo encuentro cobijo en casa de Vailima y el Tio Petros (estoy un poco mayorcita para la adopción, pero a cambio ayudo en la comida y en la colada ;))

creaturica -

Hace tiempo q navego a la deriva entre olas de examenes... Prometo visitar más la isla en cuanto la mar se calme. Espero que me reserveis un lugar tranquilo a vuestro lado para sentarme a contemplar el paisaje, o simplemente cerar los ojos y abandonarme al sol, escuchando el susurrante rumor de las olas.

Vailima -

Ladydark: tienes una casa (Vailima), eres mosquetera y pirata en una isla, tienes un sillón en club selecto y como todos van a poder comprobar eres mágnifica escritora de relatos eróticos... Lo tienes todo, mujer (además de un ánimo excelente).

ladydark -

Qué placer volver al recogimiento de esta isla de la cual me siento hija adoptiva. Vailima, en primavera siempre vienen bien los ánimos, además que estos naúfragos se estaban poniendo muy tétricos entre tanta tiniebla ;).

migratoria -

Buenos días a los náufragos. Y al patrón. Antes de que éste se vaya, decidle que os lea, con su voz ronca, al menos un trocito de «El corazón de las tinieblas»:

«La tierra parecía algo no terrenal. Estamos acostumbrados a verla bajo la forma encadenada de un monstruo dominado, pero allí, allí podías ver algo monstruoso y libre. No era terrenal, y los hombres eran... No, no eran inhumanos. Bueno, sabéis, eso era lo peor de todo: esa sospecha de que no fueran inhumanos. Brotaba en uno lentamente. Aullaban y brincaban y daban vueltas y hacían muecas horribles; pero lo que estremecía era pensar en su humanidad -como la de uno mismo-, pensar en el remoto parentesco de uno con ese salvaje y apasionado alboroto. Desagradable. Sí, era francamente desagradable; pero si uno fuera lo bastante hombre, reconocería que había en su interior una ligerísima señal de respuesta a la terrible franqueza de aquel ruido, una oscura sospecha de que había en ello un significado que uno -tan alejado de la noche de los primeros tiempos- podía comprender. ¿Y por qué no? La mente del hombre es capaz de cualquier cosa, porque está todo en ella, tanto el pasado como el futuro. ¿Qué había allí, después de todo? Júbilo, temor, pesar, devoción, valor, ira -¿cómo saberlo?-, pero había una verdad, la verdad despojada de su manto del tiempo. Que el necio se asombre y se estremezca; el hombre sabe y puede mirar sin parpadear.»

Vere -

¿Que mejor amanecida para los viejos marineros?, Saber que lejos, cerca de nuestros hogares, alienta el calor de la amistad y la inteligencia...

Vailima -

\"Es por la tarde en tu Isla y en su derredor, aquí y allá, por todas partes donde se redondea el limo sin falla del mar; tiene la tarde color de párpados, en los caminos entretejidos del cielo y del mar.
Todo es salado, todo es viscoso y pesado como la vida de los plasmas.
El pájaro se mece en su pluma, con un sueño oleoso; el fruto, hueco, sordo de insectos, cae en el agua de las ensenadas, excavando su ruido.
La isla se aletarga en el circo de las aguas vastas, lavada por cálidas corrientes y grasientas lechas que frecuentan los limos suntuosos\".
Hermosas palabras de Saint-John Perse.
Os contemplo, piratas, desde tierra firme y al calor de vuestra hoguera escucho vuestros relatos. Ladydark: ¿aliento? ¿acaso lo necesitáis?

Herri -

Si mi capitán, ya estamos todos.
Ladydark, por un rato quedé apoyado en el palo de mesana pensando si hoy nos quedaríamos en tres los cuatro mosqueteros.
Como siempre vienes a hinchar las velas de nuestra esperanza.

Herri -

Keins wird vom andern wünschenswerth ergänzt,
Von außen düstert\'s, wenn es innen glänzt,
Ein glänzend Äußres deckt mein trüber Blick,
Da steht es nah - und man verkennt das Glück.

Johann Wolfgang Goethe -

Und wir, gepflanzt in Paradieses Wonne,

Genießen kaum der hocherlauchten Sonne,

Da kämpft sogleich verworrene Bestrebung

Bald mit uns selbst und bald mit der Umgebung

. . .

ladydark -

Y sigamos con Conrad, y que nos de un poco de aliento:
\"Era inútil el tratar de combatir esa sensación de algo definitivo. La calma que había caído sobre mí tenía como un anticipado sabor de destrucción, y hasta en cierto modo me reconfortaba, como si, súbitamente, mi alma se hubiese reconciliado con la idea de una eterna y ciega inmovilidad.
Sólo el instinto del marino sobrevivía íntegro en medio de mi disolución moral. Bajé por la escala y me dirigí hacia el castillo de popa. Antes de llegar allí, me pareció que las estrellas se apagaban, pero cuando pregunté con tono tranquilo: «¿Estáis ahí?», vi surgir en torno a mí unas sombras oscuras, muy confusas, y una voz me contestó:
-Aquí estamos todos, capitán.\"

Vere -

es la idea que teníamos, que es capaz de expresar cosas que sentimos de forma inmejorable, a veces de expresar cosas que no sabíamos que estábamos sintiendo.
Ya nos contarás como lo has pasado. Un abrazo

Charles de Batz -

\"Después de la puesta de sol, volvía a subir al puente. Sólo encontré en él vacío y silencio. La delgada y uniforme corteza de la costa permanecía invisible. Las tinieblas se habían levantado en torno del barco, como surgidas misteriosamente de aquellas aguas mudas y solitarias. Me apoye sobre la barandilla y presté oído a las sombras de la noche. Ni un sonido. Hubiérase podido creer que mi barco era un planeta lanzado con vertiginosidad por su senda prefijada, a través de un espacio infinitamente silencioso. Como si me abandonase el sentido del equilibrio, me agarré a la batayola. !Qué absurdo!\"

Siempre he pensado que esta es la mejor forma de ilustrar el retorno a casa.