LA JOFAINA BAUTISMAL Y EL ARCON DE GRANO (II)
La playa se encoge hasta convertirse en un recargado gabinete atestado de muebles, bibelots y cortinajes de la Alemania de principios del Siglo XX en el que no falta de nada. Hay instrumentos ópticos como el imprescindible estereoscopio y sobre todo un gramófono que va a dar mucho juego, pero no van a faltar los últimos adelantos en ciencia médica que producen bellas y admiradas radiografías; tampoco pueden faltar los veladores movidos por oportunos y educados espíritus. Mann comparte con Balzac su pretensión de describirlo todo y con Proust la de hacerlo desde un grupo cerrado.
Lo curioso es que consigue que le sigamos con avidez y sin apenas desmayos a lo largo de prolijas y arduas disquisiciones protagonizadas por los eternos rivales Settembrini y Naphta.
No debe haber un autor que se preste menos al resumen que este, nos gusta por su monumentalidad y su tamaño, reducirlo es ridículo, piensan.
Pero es agradable dejarse llevar por las asociaciones que les van inundando lentamente mientras recrean esa atmósfera pura y vacía que envuelve una casa de muerte y enfermedad que escuchamos en forma de toses, estertores, y toda clase de sospechosos, sibilantes, obscenos o amenazadores ruidos.
Entre el ruido de las olas les parece escuchar música, alguna ingenua y popular, por supuesto valses, pero también un lied, óperas – es curioso que, a pesar de Wagner, la que más se escucha es Carmen, que les parece muy en relación con la idea de la mujer del autor – para él siempre parece estar del lado de lo irracional-, de lo que te arrastra en sentido contrario del deber, de la razón y del honor. Les recuerda en eso a la Flauta Mágica, con sus dos polos, la Reina de la Noche, y Sarastro -La luz y las tinieblas-.
En la noche tropical, añoran con nostalgia el tiempo en que la elección era posible.
10 comentarios
Vailima -
Vere, gracias por la aclaración, otro asunto que se me quedaba pendiente.
Ladydark: quizás tengas razón en lo de la serie. Creo recordar algo pero no estoy segura.
Chicos, mañana fiestiki gordo de mi pueblo. Brindaré por vosotros en medio de tambores, pífanos y redobles. En rojo y blanco...
ladydark -
ladydark -
Vere -
Vailima lo de "truces puelleae" era una broma porque vi en el diccionario que era una acepción de amazonas :P
ladydark -
Vere -
Vailima -
Charles de Batz -
Desgraciadamente, entre en Mann a través de Los Buddenbrook, lo cual hizo que, dados mis gustos, me resistiera en volver a él. Craso error, si señor, que enmende en cuanto tuve el delicioso placer de perder mi pensamiento y el camino de mis ojos lectores por los senderos de "La Montaña Mágica".
Vere -
ladydark -
"La duración musical no es más que un fragmento del tiempo humano y terrestre en el que se vierte para exaltarle y ennoblecerle indeciblemente. Por lo contrario, la narración comprende dos especies de tiempo. En primer lugar, su tiempo propio, la duración musical y efectiva que determina su desarrollo y su existencia; en segundo, el tiempo de su contenido, que se presenta con una perspectiva de aspecto tan diferente que el tiempo imaginario del relato puede, o bien coincidir casi completamente con su duración musical, o bien hallarse infinitamente alejado.
Un fragmento de música titulada «Vals de los cinco minutos», dura cinco minutos. Es en eso y en nada más en lo que consiste su relación con el tiempo. Pero una relación cuya acción durante cinco minutos podría, en cuanto al tiempo, extenderse en un período mil veces más largo, mientras los cinco minutos se hallasen replegados con una conciencia excepcional, y podría parecer muy corto a pesar de que por su duración imaginaria fuese muy largo."