LAS TUERAS Y LAS VECINAS (y II)
La etimología de tuera que da la RAE es del mozárabe turáh este del bajo latín phthorá que provendría del griego “ruina”.
El Corominas ignora el vocablo pero se extiende con “Tuero” que es “un palo seco cortado para encender” y viene del latín “Torus” –“hinchazón de una planta” “bulto o protuberancia en un terreno, en un madero, una cuerda, un músculo”. Se nos ocurre si la calabacica no vendría a ser como una hinchazón de la planta y tener el mismo origen.
De tuero viene también la palabra “toral” “que tiene más fuerza y vigor, arco toral, fundamento toral”
Y derrotando por el diccionario, resulta que comparte página con la humilde voz “TUERCA” que guarda impensables tesoros porque resulta que el muy erudito D. Joan, comienza así la entrada: “origen incierto, probablemente alteración del más antiguo puerca – en portugués porca-, por influjo de la t del contrapuesto tornillo; el nombre antiguo puerca se explica por una comparación fálica del tornillo y la tuerca con el puerco y su hembra”.
Después de desgranar autoridades, empezando por Covarrubias y siguiendo por vericuetos en otras lenguas como el muy jugoso por las lenguas germánicas, resulta que puerca en franco antiguo es escroue (del latín escrofa, hembra del cerdo), en alemán schraube, y en inglés screw que, como sabéis, es el término vulgar para aludir al acto sexual; y sigue: “el punto de partida ideológico está en todas partes en el latín “porcus” vulva. Curiosamente, no alude a la forma peculiar del miembro viril del cerdo.
Terminamos con una referencia literaria: “The turn of screw” mantiene la ambigüedad del término y tiene una acertada traducción al castellano en “Otra vuelta de tuerca”.
4 comentarios
anarkasis -
Vere -
ladydark -
Vailima -
Y poética.