LA BELLE FEMME SANS MERCY
"¿Quién es esta que se levanta como la aurora,
hermosa como la luna,
brillante como el sol,
terrible como un ejército en orden de batalla?"
Cantar de los Cantares
Y nuestros ensueños se llenan de espejismos entrevistos de mujeres que imaginaban Baudelaire, Nerval o los modernistas finiseculares y, que Moreau hace habitar en sus lienzos con la reiteración del obseso. Las Judith, Salomé, Dalila, Cleopatra, Helena, Betsabé; mujeres sin piedad, terribles como un ejército en orden de batalla, mujeres fatales que oscilan entre la virginidad y el desenfreno, entre El Cantar de los cantares y La puta Babilonia del Apocalipsis, que llenan sus sueños coloreados por el opio con las señales de su deseo: exóticas, vagamente orientales, libres y por eso temibles y capaces de causar destrucción a su alrededor. Ante ellas sólo cabe aceptar el destino de guiñapos sangrientos o mantenerlas alejadas -como hizo el propio Moreau.
“Des Esseintes buscaba la significación de este emblema. ¿Tenía ese significado fálico que le atribuyen los cultos primordiales de La India? ¿Anunciaba al rey Herodes una ofrenda de virginidad, un intercambio de sangre, una herida impura, pedida y obtenida bajo la condición expresa de cometer un crimen? ¿O acaso representaba la alegoría de la fecundidad, el mito hindú de la vida, una existencia sostenida entre los dedos de la mujer, y arrancada, destrozada por por las manos palpitantes del hombre enloquecido y dominado por el impulso instintivo y violento de la carne?.
Tal vez el pintor, al otorgar a su engmática diosa el loto venerado, había pensado en la danzarina, en la mujer mortal, en el Vaso profano, causa de todos los pecados y de todos los crímenes. O quizá había querido recordar los ritos del antiguo Egipto, las ceremonias sepulcrales del embalsamamiento, cuando los expertos en esta técnica y los sacerdotes extendían el cadáver de la muerta sobre un banco de jaspe para sacarle la masa encefálica por las fosas nasales aplicando agujas curvadas, y las entrañas por una incisión practicada en su costado izquierdo, a continuación, antes de dorarle las uñas y los dientes, y de untarle con betunes especiales y esencias, le colocaban dentro del sexo, para purificarlo, los castos pétalos de la divina flor.”
(De "A rebours" de J.K. Huysmans)
12 comentarios
ladydark -
Vere -
Herri -
Lo podeis ver en este enlace:
http://www.arteyparte.com/actualidad/63.pdf
anarkasis -
voy a tener que llamar a la madre superiora a ver si me traduce el lado femenino
ladydark -
Charles de Batz -
Quizá sea mejor intentar pronunciarlo en su idioma original procurando adivinar su significado.
En fin, esto me pasa por reflexionar en ayunas... Mejor me voy a cenar.
Salud
Vere -
Ladydark, hay un cuadro muy divertido que se titula "La debauche" (El desenfreno) que ilustra muy bien lo que hablamos...así que nada de fatal :-)
Vere -
Charles de Batz -
Creo que era Huysmans en "A rebours" ("A Contrapelo"), aquella especie de biblia del decadentismo, quien dijo de esta Salomé eso de:
"elle devenait, en quelque sorte, la déité symbolique de l'indestructible Luxure, la déesse de l'immortelle Hystérie, la Beauté maudite [ ], la Bête monstrueuse "
Quizá un poco mogigatos, pero no deja de tener su algo de sugerente desde su punto de vista. A catarsiarse toca.
Salud
Vere -
anarkasis -
...carita de esta, brazos de aquella, pechitos de esa, (con los chicos hace igual)
vamos el photosop del XIX...
ladydark -
El texto es precioso y quien no querría ser femme fatale ;).