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De Vere y Herri Gardens

NINFEAS

NINFEAS

Les chastes pétales de la divine fleur.  

        

          Moreau acumula los símbolos en los tatuajes o más bien en la especie de tocado transparente que cubre a Salomé. Son los símbolos del peligro que representa. Bullen los animales dañinos entre motivos decorativos egipcios. Los áspides guardan su garganta, alrededor del ombligo pululan las fieras y los buitres; más abajo. Sobre el pubis un león abre las fauces y deja colgar la lengua. Unos ojos vigilantes se encuentran bajo los senos y el conjunto recuerda inequívocamente al vientre pacificado de la mitología griega. En el pecho destaca el estilizado emblema del loto sagrado cuyo simbolismo en oriente es muy conocido pero que a nosotros nos recuerda a sus primos europeos los nenúfares que imaginamos compartirá sus virtudes medicinales.

    

             Dioscórides las describe con extensión, pero son muy jugosos los comentarios de Andrés de Laguna: “La raíz es negra, áspera y de figura de porra, la cual se arranca por el otoño. Esta, seca y bebida con vino es útil al flujo celíaco y disénterico; resuelve la hinchazón del bazo. Aplicada con pez, sana la tiña. Bébese también contra los sueños venéreos porque los reprime y ataja; y bebida muy a menudo, en poco tiempo vuelve cabizbajo y sin brío aquel miembro que honestamente no se puede nombrar. Parece que se llamó nymphea esta planta de las aguas llamadas nimphas, porque huelga siempre en lugares acuosos. Hállase copiosísima en Hélide, sobre el río llamado Anygro, y en el Aliarto Beótico” sigue más tarde “Bien se pasarán las damas sin esta planta……………… La raíz y la simiente de entrambas resfrían potentemente, y sin alguna mordicación disecan y mundifican. De más desto restriñen el vientre, embotan los apetitos venereos y detienen el flujo espermático. El fumo de las hojas, aplicado a la frente y sienes, es provocativo de sueño. Hácese de las flores un excelente aceite, el cual, echado en los clísteres  y  aplicado por de fuera, da grandísimo refrigerio al cuerpo febricitante y refocila con dulce sueño ansí los vitales espíritus como los animales.”

 Las condiciones en que medra el nenúfar, con las raíces en el fango y las hojas sobre la superficie del agua, lo que fue indicio de frialdad.

Merat en su “Diccionario universal de matière medical” de 1.830 expone: “Ha llegado hasta nuestros días…Poetas y naturalistas la han celebrado a porfía. Y las gentes se han servido del nenúfar para calmar los ardores de la concupiscencia; los piadosos cenobitas del desierto hacían uso frecuente de él; se consumía mucho en los claustros, conventos y seminarios, y sus propiedades atemperantes se creyeron de tanta eficacia, que se le acusó no sólo de enfriar sino de esterilizar, sin embargo –prosigue Merat-  los tártaros, según Pallas, se alimentaban de ella sin que esto redundara en perjuicio de su fecundidad, que su sabor es un poco amargo, viscoso y estíptico, señales de propiedades más bien tónicas e irritantes…….En consecuencia, aquellos observadores no sólo llegaron a dudar de las ventajas del nenúfar contra los estímulos carnales, sino que  tal “destructor de placeres y veneno del amor” como lo apellidó Delille, podía no ser otra cosa sino su excitante. Esta conjetura fue plenamente confirmada por Dubois de Rochefort, que todavía vio usar mucho del nenúfar en los conventos de su tiempo, y que, efectivamente, en lugar  de actuar como refrigerante, observó que de su administración se seguían malas consecuencias”

 

7 comentarios

anarkasis -

siguiendo lascivamente con las lotófagas estimuladas ...
¿que número llevais?

Charles de Batz -

Vere, no tenéis remedio; no hay misterio que se os oculte, y si la sombra de las palabras pretende hacerlo, ahí está Santa Serendipia para dar protección a vuestro acertado paso.

Como bien intuyes hay más de aquello en esto de lo que en ello parece verse.

Vuestro excelente post me ha traído a la memoria unos versos de uno de mis poetas favoritos:

Ay, que nada te toque sino la sal del frío!
Que ni el amor destruya la primavera intacta.
Hermosa, reverbero de la indeleble espuma,

deja que tus caderas impongan en el agua
una medida nueva de cisne o de nenúfar
y navegue tu estatua por el cristal eterno.

Salud

ladydark -

¡Pero Vere, si yo también me incluí en la crítica! Además, querido amigo, suerte tenemos de seguir poseyendo a estas alturas el afán de la curiosidad ;).

Vere -

Ladydark, eso ere algo de lo que queríamos expresar -pero mejor dicho-la segunda mitad del S. XIX es uno de esos momentos fecundos en los que distintos creadores se influencian mutuamentey, Moreau tiene esa capacidad de cristalizar pensamientos y vivencias. Nos asombraba su capacidad de síntesis ¿o sincresis?. Por cierto Charles, he visto que sincretismo tiene una segunda acepción -hablar como un cretense, mentir- yo no digo nada que se me critica :-)
Lo hemos pasado muy bien estos días entre mujeres fatales y ninfaceas.
Otro poema de Casal:

Mi coraz�n fue un vaso de alabastro
donde creci�, fragante y solitaria,
bajo el fulgor pur�simo de un astro
una azucena blanca: la plegaria.

Marchita ya esa flor de suave aroma,
cual virgen consumida por la anemia,
hoy en mi coraz�n su tallo asoma
una adelfa purp�rea: la blasfemia.
Somos cursis sin remedio.

Vailima -

Quisiera contribuir con un granito de arena perteneciente a Joris-Karl Huysmans que me gusta mucho:

"Aquí, ella era verdaderamente hembra, obedecía a su temperamento de mujer ardiente y cruel; su figura era más refinada y más salvaje, más execrable y más exquisita; despertaba con más energía los sentidos aletargados del hombre; embrujaba y dominaba con más seguridad su voluntad, con su encanto de gran flor venérea, nacida en lechos sacrílegos, cultivada en invernaderos impíos".

¡ah, quién fuera Salomé!

Herri -

Muy interesante el enlace Lady; ya sabes cuanto nos gusta ese tema; y en él aparece nombrado Julián del Casal, poeta muy influenciado por Moreau, de hecho este post iba a ir encabezado por un poema suyo (las prisas hizo que no lo fuera); al igual que para el primer post de la serie íbamos a poner este otro suyo, que ahora anoto parra hacerle justicia:
SALOMÉ

En el palacio hebreo, donde el suave
humo fragante por el sol deshecho,
sube a perderse en el calado techo
o se dilata en la anchurosa nave,

está el Tetrarca de mirada grave,
barba canosa y extenuado pecho,
sobre el trono, hierático y derecho,
como adormido por canciones de ave.

Delante de él, con veste de brocado
estrellada de ardiente pedrería,
al dulce son del bandolín sonoro,

Salomé baila y, en la diestra alzado,
muestra siempre, radiante de alegría,
un loto blanco de pistilos de oro.



ladydark -

Queridos naúfragos yo en vuestro lugar y vistas las dudas sobre los efectos reales (que si, que no)me abstendría de su consumo si en la isla hubiera (imaginad que Rochefort tenía razón, ¿hay nativas? Porque si no...).
Por cierto que preciosa palabra, nénufar. Os dejo un link interesante sobre "ninfeas, nenúfares y nelumbos":
http://www.editorialmuleyrubio.com/html/cordel2/nenufares.htm